QUIENES SOMOS

¿QUIENES SOMOS?

En Noviembre de 2007 nace en Écija (Sevilla) La Fundación para el Desarrollo de las Terapias Ecuestres, como una organización de naturaleza fundacional, sin fin de lucro, al amparo de los previsto en el artículo 34 de la Constitución Española de 1978, lo establecido de Ley 10/2005, de 31 de mayo, de Fundaciones de la Comunidad Autónoma de Andalucía y demás disposiciones legales.
Estando inscrita en el Registro de Fundaciones de Andalucía dependiente de la Consejería de Justicia y Administración Pública de la Junta de Andalucía con el número 1.096 y fecha 20 de noviembre de 2007.

Inscrita en el registro de entidades, servicios y centros de servicios sociales con fecha de 21 de Mayo de 2009 y con número registral AS/E/6720

Miembro de la Asociación de Fundaciones de Andalucía (AFA).


Una organización cuyo propósito principal es capacitar, regular, coordinar, gestionar y divulgar las terapias ecuestres.

La creación de esta Fundación es fruto del desarrollo previo de distintos programas realizados con anterioridad y que nos ha dado el bagaje y el conocimiento necesario para embarcarnos en este nuevo proyecto. La Fundación para el Desarrollo de las Terapias Ecuestres se asienta en más de diez años de trabajo en el campo de la Equitación Terapéutica, llevados a cabos por dos entidades. Por una lado La Asociación Andaluza de Equitación Terapéutica “El Caballo Ayuda”, desde 1996 y por el otro  El Centro de Equitación Terapéutica de Andalucía instituido en 2005.

Ambas asociaciones, constituidas como asociaciones sin ánimo de lucro, sabedoras y defensoras  del rigor en la intervención en terapias ecuestres, han podido comprobar no solo la aceptación por parte de todos los colectivos implicados en la actividad sino la continua demanda del servicio y junto a esto la necesidad de mejorar recursos. Ambas consideran la importancia de crear una entidad, que aúne todas estas iniciativas y esfuerzos, las regule y potencie.

Las Terapias Ecuestres realiza acciones de carácter terapéutico con y sobre el caballo, dirigidas a personas afectadas por enfermedades o alteraciones discapacitantes; bien sean estas físicas, psíquicas, sensoriales o comportamentales; así como en problemas de marginación y/o inadaptación social y que pueden ayudar en la rehabilitación, reeducación y socialización tanto del colectivo de intervención, como, por complementariedad, de su entorno familiar y social.

Es, por un lado, un entrenamiento especial físico, aprovechando los movimientos tridimensionales del caballo que trasmite al andar 110 impulsos diferentes por minuto al jinete. El paciente a través del movimiento del caballo desarrolla posturas correctas a través de estimulación propioceptivas y sensomotriz, produciéndose la eliminación de posibles desequilibrios, la regulación del tono y el empleo de funciones articulares y musculares que no están optimizadas.

Por otro, hay que sumar los beneficios psicológicos que la equitación les brinda a las personas en general y a los que sufren alguna discapacidad en particular. Ya que aumenta la sociabilidad y la integración. Los alumnos / as se benefician de la sensación de orgullo y autoestima que resulta el hecho de aprender a cuidar, manejar y montar los caballos. El contacto con el caballo y su entorno proporciona un desarrollo sensorial, socio-afectivo, psicomotor y una mejora en la capacidad de aprendizaje a quien lo practica, mediante la vivencia de una actividad distinta. El caballo consigue así que “su particular jinete” se sienta feliz y motivado, por lo que progresa de manera extraordinaria en las sesiones de trabajo.

Esta Fundación surge porque somos conscientes de la necesidad de una mayor sensibilización por parte de la sociedad, que haga posible que las personas con necesidades especiales puedan participar en la dinámica de su entorno e integrarse en las estructuras socio – laborales de igual manera que los restantes ciudadanos. Se defiende una actitud que reclama que los seres humanos, independientemente de sus potencialidades y condiciones, tengan derecho a las mismas oportunidades de inserción, inclusión y realización psico-bio-social. Son urgentes, pues, no sólo nuevas actitudes, sino también nuevas formas de intervención.

Las Terapias Ecuestres ha tenido un impacto profundo en la vida de las personas discapacitadas, al darles libertad y confianza, potenciando la normalidad y fomentando el sentido de responsabilidad en quienes la practican.